Quizás quisiste decir: corán
Inquietudes: "—Dice en la carta —apuntó Bernardina— que vayamos a esperarlo a la estación. —Es muy gracioso —rezongó Petra—. Por mi parte no andaré por esos caminos a estas horas. —Consultó el reloj—. Son las diez y media de la noche. He de guardar las apariencias y librarme del qué dirán. He dicho. —Muy bien. ¿Qué solución has encontrado tú, Bernardina? —preguntó Leonor. —Hablarle claro. —Me parece muy bien. ¿Quién le hablará? Una a una fueron mirando a Esteban. Este carraspeó, movió su barbilla de chivo y se caló los lentes. La peor parte siempre se …
El destino no perdona: "La joven pensó que no, que no estaba dispuesta a casarse con un desconocido, sólo porque su padre lo ordenara así. Además, hacía varios días que estaba decidida a dejar aquel palacio. La verdad, se había cansado, en efecto, de que la sociedad la halagara sólo por ser hija de un millonario. Necesitaba conocer una vida de trabajo y sacrificio, como las demás personas. Tenerlo todo no producía ninguna satisfacción, aunque su padre pensara lo contrario. —Sheila, salimos para San Francisco mañana mismo. —¿A conocer a mi futuro esposo? —Exactamente."
Ella será mi mujer: "—Comprenderás —decía ahora el padre que creía calar en la mente de su hija— si te casas con Luis, suponiendo que un día termine el peritaje y pueda mantenerte, nosotros no te podremos ayudar mucho. Todo es muy bonito en principio. El amor, la pasión, el viaje de novios. Pero cuando regreses a casa y observes que te falta lo más esencial y que tu nuevo hogar no es este palacete y no tienes a quién pedir el vestido planchado y los zapatos limpios, empezarán los problemas y el amor se irá al traste detrás de …
Te defiendo sin amor: "Max dio una patada en el suelo. Max Woolrich nunca perdía la serenidad. Judith lo sabía bien, y, no obstante, desde hacía seis horas era un manojo de nervios, convertido en una humillación y una indignación indescriptibles —Puedes pagar la fianza, Max —dijo la muchacha quedamente—. No sé si podré soportar esto. Además, si no quieres, si tanto te humilla, no me defiendas. Max la miró quietamente. Había en el fondo de sus ojos negros una furia incontenible. —Te defenderé —gritó—. Te defenderé. Sin amor, pero te defenderé. Y una vez haya conseguido tu …
Él y el otro: "—¿Y si te llama mañana? —Claro que no me llamará. Pero la llamó. Y a la otra y todas las mañanas de un mes. Las conversaciones que al principio fueron frívolas y sin sentido, se convirtieron de un día para otro en una terrible necesidad para Beatriz y si un día la llamada se retrasaba, se ponía de mal humor y se enfadaba con todos los que llamaban por teléfono y deseaban comunicación con aquella o esta oficina. No dijo nada a sus padres, ni a su madrina, ni siquiera a César; pero vivía intranquila. …
Me emociona tu delicadeza: —¿Por qué te asombras? No iba a decirlo. Encendió un cigarrillo y fumó aprisa. Muy aprisa. —No es que me asombre —mintió— Es que me causa risa. —¿Risa? ¿Paula? —¿También te gusta a ti? Ignacio soltó la risa. —¡Qué más da que me guste! Yo estoy casado. No soy tan terco como la mayoría de hombres, que están deseando casarse, formar su propio hogar, y se niegan a admitirlo. Pero, sí Paula gusta a cualquiera. —¿Es inabordable? —Qué va. Es la chica más simpática, sencilla y normal que yo he conocido en …
Me gustaría estar contigo: "—¿Por qué ese empeño tuyo en que no se sepa que Burt está ciego, Clark? —No quiere él. —¿Y por qué esa rabia a las mujeres jóvenes? —Tampoco lo sé. —Pero a él le gustan las mujeres. —Fuera de su trabajo, su oficina… su ambiente. Además es posible que sea más el ruido que las nueces. Si he de decirte verdad, lo vi borracho muchas veces, diciendo una serie de barbaridades rarísimas. Pero con mujeres… no le vi tan tas. —¿Crees que hubo algo en su pasado? —Temo que …
La vida de Romy dio un giro total en el momento que murió su padre. Quedó en la calle por la ambición de su sirvienta, que se quedó con el piso de su padre. Con el tiempo se dio cuenta de que estos cambios le enriquecieron espiritualmente, le gustaba su vida. Trabajaba durante el día y la noche. Un día, Álvaro Cuesta llamó a Romy para que cuidase de su padre enfermo. Fueron conociéndose poco a poco pero muy intensamente. Para ambos era la primera vez que sentían eso por otra persona. Tenían muchas cosas en común. A Romy una …
La imagen de una mujer: "—No soy generoso, Andrey —en su boca se dibujó una sonrisa indefinible—. En realidad —añadió con voz un poco alterada—, no lo hago todo por generosidad. Cuando murió tu marido me sentí un poco responsable de vosotros dos. Era mi hermano y, pese a su mala cabeza, siempre lo quise mucho. Yo no puedo dejaros en la indigencia. Eres mi cuñada y tu hijo se llama Jack Kerr... Aquí, en el valle de Kerr, estaréis a cubierto de toda necesidad. Sólo te pido que te hagas cargo de Natalia y la quieras como si …
La mentira de Sofía: "—Papá está satisfecho de esta boda. —Se volvió rápidamente y clavó sus vivos ojos en la faz inalterable de Marisa—. ¿Y tú, querida, lo estás? Marisa desplomándose sobre el sofá, apretó las manos entre las rodillas y dijo nerviosamente: —Papá está satisfecho, Sofía. Lo demás, ¿qué importa? —¡Cielos! —saltó Sofía, fuera de sí—. Lo único que importa eres tú —No. Papá me dijo que Nicky me amaba y deseaba hacerme su esposa. Yo le dije que no le amaba y Dale repuso que el amor era una soberana bobada. Sofía, de pie en …
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