Uma mansão. Uma família poderosa. Um segredo obscuro. O destino de uma família numa época de convulsões e a história de um amor que tudo vence. Augsburg, 1913. A jovem Marie começa a trabalhar na cozinha da impressionante mansão dos Melzer, uma família rica, dona da indústria têxtil da região. Enquanto Marie, uma rapariga pobre, acabada de sair do orfanato onde cresceu, luta, entre intrigas e disputas, por um lugar entre os criados que a olham com desconfiança; os Melzer aguardam com ansiedade o começo da nova temporada dos bailes de inverno, altura em que a bela Katharina, a filha …
Solo contigo: "Marie se levantó. Alta, esbelta, delgada, de pelo rojo bastante largo, ojos melados, rostro exótico... Muy bien vestida, muy a la moda actual, muy in. —Si no quieres ayudarme... —¡Eh, eh, siéntate! No he dicho que no quiera ayudarte. De sobra sabes que te voy a ayudar. Pero... ¿No puedes decirme por qué? —Porque estoy cansada de ser modelo publicitaria. —Eso no es cierto y tú lo sabes muy bien y sabes, asimismo, que no me lo voy a creer. —Tengo veintitrés años, Mag —se impacientó Marie—. No soy ninguna niña, la modelo …
El testamento de la abuela: "—Lo siento mucho, Marie. No me mires así. Yo no tengo la culpa de lo que dispuso tu difunta abuela antes de morir. Entiéndeme bien —se revolvió como inquieto en el ancho butacón que presidía el enorme despacho—, yo no sabía nada. Por algo convocó a mis dos socios y redactó su testamento durante mi estancia en Escocia. A mi regreso a Detroit me encontré con el cadáver de tu abuela, y esta carpeta azul donde se hallaba su testamento. ¿Lo entiendes? Marie no entendía nada. Todos estaban locos. Todos, empezando por ella seguramente."
Obseso sexual: "—Veamos... me parece que estamos hablando un lenguaje diferente. ¿A quién busca usted? ¿Y qué tiene que ver con Paula González? —Soy su hija. —Ajajá, me parece que nos vamos entendiendo. Pero antes de continuar y deshacer el equívoco, le diré una cosa que para mí sí tiene importancia. Me gustan los cuadros de su madre. Me gustan tanto que si tuviera dinero, que no lo tengo, compraría uno aunque sólo fuera para inspirarme. Marie, que aún sostenía la publicación abierta, la cerró de golpe y la tiró sobre la mesa llena de objetos diversos. …
Ayúdame en mi desconcierto: "—¿Se lo ha vuelto a decir, Tom? —preguntó Marie intrigada. —¿Que la amo? Claro que no. —Ah. —No se lo voy a estar diciendo todos los días. —Pero algún día sí lo habrá hecho. —Montones... —Eso es lo peor. —¿Lo... peor? —A Nina hay que dejarla. Cuando nos anunció que se iba, no nos preguntó si podía irse. Se fue. Nina no es fácil. Nina es como es y hay que tomarla como la vemos. De todos modos, tal vez si tiene usted un poco de paciencia... —¿Más?"
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia y nuestros servicios analizando su navegación en nuestra web y cómo interactúa con nosotros y poder mostrarle publicidad en función de sus hábitos de navegación. Para consentir su utilización, pulse el botón “Acepto”. Puede obtener más información consultando nuestra Política de Cookies.