Durante cuatro días, a fines de marzo de 1970, Tomás Eloy Martínez interrogó a Juan Domingo Perón sobre su vida en Puerta de Hierro, Madrid. Esas conversaciones sirvieron para construir unas memorias que el General aprobó como canónicas y fueron luego fuente primaria para sus biógrafos.

En febrero de 1970 Tomás Eloy Martínez ?corresponsal en Europa de la editorial Abril? llamó por teléfono a Juan Domingo Perón y le pidió una entrevista. El ex presidente vivía los años finales de su exilio en Madrid y era consciente del peso que sus palabras tenían en la política argentina? ¿Qué me va a preguntar?, quiso saber.

Me gustaría que me cuente su vida, desde el principio. Tal vez ya es hora?, se arriesgó a decir el periodista. Sorpresivamente, Perón asintió: Tiene razón. Ya es hora.

Las conversaciones tuvieron lugar un mes más tarde en la quinta 17 de Octubre, en Puerta de Hierro, y una pequeña porción se publicó en el semanario Panorama, que presentó aquel texto como las primeras memorias de Perón. Al documento completo se suman en esta edición crónicas sobre la vida cotidiana de Perón en Madrid, el encumbramiento y derrumbe de José López Rega, las desventuras del cadáver de Evita, los vínculos de Perón con los nazis y las sombras de la vida nacional luego de su muerte en 1974. El autor completó el relato con testimonios, entrevistas y documentos inéditos que siguen siendo fuentes de consulta continua de historiadores y biógrafos.

El 20 de junio de 1973, el General Juan Domingo Perón regresa a Argentina tras dieciocho años de exilio. Le acompañan su esposa, José López Rega, oscuro intrigante surgido de la nada, y un numeroso séquito. En Madrid deja años de desprecio del régimen de Franco y el recuerdo de una triunfal Eva Perón cuyo cadáver momificado descansa en su propia casa. Con él lleva unas memorias inacabadas con las que quiere dejar una visión napoleónica de sí mismo. Más de dos millones de personas, la mayor multitud jamás congregada, le esperan en el aeropuerto. Mientras, sus seguidores luchan encarnizadamente por apoderarse del símbolo que aún representa el anciano General. Tomás Eloy Martínez, Premio Alfaguara 2002, resume en esta novela llena de acción y personajes la historia argentina del último siglo a través de la biografía de un hombre que encarnó la esperanza de su pueblo, al mismo tiempo que indaga en las múltiples caras que presenta la verdad y el poder que tiene la ficción para crear puentes entre todas ellas.