"Hotel", el último libro de Carlos de Tomás (autor de las novelas El cuaderno
veintiuno, Café Bramante o La confesión del Libio), puede ser el terreno de
juego, o el damero donde se desarrolla un juego maldito, cuyo final es siempre
el mismo. Incluso, cuando el final es feliz se trata de una felicidad
compleja, dudosa felicidad que nos obliga a reflexionar sobre las cuestiones
más profundas de nuestra existencia. El protagonista es Frank, o Ramón, o…
Aunque, todos los protagonistas son en realidad Frank en distintos momentos y
lugares del Cosmos. Parecen humanos, otras veces aparentan ser de un material
cercano al látex o al silicio, nunca lo sabremos con certeza en esa duda tan
bien tramada e inquietante con la que Carlos de Tomás nos despacha.

Con prólogo del prestigioso escritor David Benedicte, quien desvela muchas de
las claves para comprender la obra de Carlos de Tomás; el libro, proporciona
buenas dosis de entretenimiento y un humor delirante que nos aprisiona a sus
páginas, cargadas de símbolos y referencias muy cercanas. ¿La chica? Esa, es
como la Suzanne de Leonard Cohen, con la que todos queremos sentarnos a
contemplar el mar y esperar que nos diga que somos el amor de su vida. Aunque,
Frank en algún momento es ese personaje al que se le va la olla y reproduce la
sobada frase: "hay amores que matan", como ocurre en el relato largo La vida
de Frank; más una novela, en palabras de Benedicte.

Carlos de Tomás, en "Hotel", se aleja de la novela negra y nos adentra en un
mundo extraño, ciberpunk y paranoico, no obstante muy sugerente donde juega
con la moralidad, la amoralidad, la inmoralidad… "Eres de moral dudosa,
Frank", dice ella apenas sin acritud. Este libro, es de sugerente e
imprescindible lectura. Muy oportuno para que continuemos descubriendo la
verdadera materia de la que estamos hechos.

Un taxista de Buenos Aires. Un pasajero judío ultra-ortodoxo. Lugar: barrio
suburbano de Mataderos, donde a diario se sacrifican miles de cabezas de
ganado vacuno. Por un error de homonimia, deja a su pasajero en el lugar
equivocado. Su pasajero desaparece, dejándole como extraño legado una cartera
olvidada en el asiento trasero de su vehículo. Esa cartera contiene cheques de
valores millonarios, y manuscritos arameos escritos con sangre.

El taxista descubre que se ha metido en un problema que lo sobrepasa, por la
televisión aparece el cadáver del ortodoxo. Sin saber muy bien cuál es la
naturaleza de los manuscritos, éstos parecen impedir que el taxista pueda
desembarazarse de ellos fácilmente.

Con su vida irremediablemente trastocada y huyendo de perseguidores
implacables, sabe que solo cuenta con una única arma de defensa: su lucidez.
Lucidez alucinada, cuando los hechos que le suceden tanto podrían pertenecer
al reino de lo real como al de la fantasía más descabellada.

¿Podrían aún existir, en pleno siglo XXI, saberes olvidados desde los tiempos
del Templo del Rey Salomón? Si existiera ese saber, ¿podría dotar de poder a
quien o quienes los poseyeran? ¿Cuánto poder? ¿Cuánto dinero valdría ese
poder, ese saber?

Juan Simeran nos vuelve a sorprender de nuevo con "Nevermore", y nos mete de
lleno en lo más oscuro y profundo de Buenos Aires.

El director de cine Tony Báez Milán nos presenta nueve cuentos herederos de la
más pura tradición del relato oscuro norteamericano. Desde la visión de un
cameraman, nos hace observar en formato de pequeños thriller, desde las
relaciones íntimas de pareja hasta las partes más sombrías y surrealistas del
ser humano. Un niño, después de ver la vieja película The Wolfman, se cree
licántropo; o la historia de un hombre que se quita la vida para vengarse,
desde ultratumba, de su vecino. Y termina con un relato largo: "El frío", que
no dejará a nadie indiferente, donde encontramos los fantasmas de la falta de
adaptación de las gentes a lugares que les son lejanos y extraños. Un texto
que asimila de forma genial el mejor cine de misterio y terror.

Jorge Castillo, en "El cerco de Gautrek", nos presenta nueve historias
cercanas y de muy amena lectura. Sus palabras salen de los noticieros de la
prensa o de la reflexión en las relaciones de pareja. Pero, también de sus
experiencias personales en el ambiente rural Navarro y de sus viajes.

Los fantasmas que rodean al autor son los de sus antepasados, debatiéndose en
la modernidad con sus bondades y sus maldades. La historia medieval que relata
es una batalla interior celebrada en todas las sociedades con un gran poso
histórico y de leyenda. En todos los relatos aparece de fondo el amor y la
impregnación del pasado, por eso leemos frases como: "la gente de antes nacía
y moría en estas casas". Lo que hace Jorge Castillo es despertar nuestra
curiosidad a través de la reivindicación cultural a través de lo antiguo. Lo
encontramos en casi todos los relatos, pero en especial en "El sótano de
Ujué".

En un escenario medieval, acaso nórdico, el relato que da nombre al libro es
una batalla interior, nacida de la lírica centroeuropea la relación entre un
padre y sus hijos en la eterna lucha de poder e identidad.

"Te dejé en Lisboa" es un conjunto de relatos de Emma Cotro, una escritora que
lo es desde siempre, por eso este no será el último libro con el que nos
deleite una autora con una gran experiencia vital y con una pluma elegante, de
la sencillez con la que se escriben los grandes libros.

A Emma Cotro se le amontonan los cuentos porque tiene muchas cosas que decir,
y en este volumen nos encontramos con relatos de todo tipo, a manera de
antología personal.

Lo mismo nos topamos con historias desgarradoras y leemos un diálogo como:

"--Tengo que matar a mi padre --dije alzando la cabeza, bebiendo de un solo
trago."

Y a su vez, podemos encontrarnos fantasías en un cuaderno de viajes amasado
con la paciencia de la observación y las horas de soledad vividas en otros
lugares lejanos.

Pero Emma Cotro es ante todo una joven escritora que trasmite en sus textos
todo su equipaje cultural, posmoderno y sin ambages; el de cualquier joven de
su generación, y eso nos lleva a las referencias musicales, los guiños
cinematográficos y televisivos, como una escriba que se entretiene glosando la
realidad y esa glosa maravillosa son sus personajes, deliciosos personajes.

Ernesto Gruffot, escritor venido a menos que sobrevive en Madrid gracias a
pequeños artículos publicados en periódicos de difusión gratuita, recibe de
pronto la llamada de su agente literario. Le ofrece, escribir la biografía de
la estrella del porno: Anna Tuan. La oferta le agrada económicamente, por eso
decide ir a Marsella, lugar donde la actriz rueda su última película.

Una vez allí, rodeado del elenco de peculiares actores que componen el
reparto, y según ahonda en la vida de la actriz, comenzará a sentir algo más
que simpatía hacia ella. Lamentablemente, descubrirá demasiado tarde que
detrás de aquel suculento encargo había "otro asunto" desarrollándose a sus
espaldas.

Una novela negra enmarcada en el actual "realismo sucio", aunque atemperada en
relación a su primera novela, Víctor Marchán se aleja del surrealismo pero no
de la influencia de Bukowski. El protagonista de la novela define la línea
narrativa: "…hacía ya mucho tiempo que había dejado de creer en el amor, las
hadas, Papá Noel y los finales felices." Si la carencia de emotividad es la
característica fundamental de la literatura pulp, este no es el caso. Sin
abusar del lenguaje obsceno, siempre en su justa medida, estamos ante una gran
novela de Víctor Marchán; entretenida y con dosis de erudición literaria y
cinematográfica muy reveladoras.

"Juan Fantasma" es la historia de un joven de diecisiete años llamado Daniel
Del Solar, quien despierta en medio de un inframundo gris e inmaterial después
de sufrir un accidente. Allí, sobrevive a la furiosa persecución de criaturas
cazadoras de almas gracias a la ayuda de un grupo de espíritus marginados,
para luego ser traicionado por un Dibuk: Un demonio menor obsesionado con la
vida de los hombres, quien descubre que el cuerpo físico de Daniel continúa
con vida.

A partir de ese momento, Daniel luchará contra una infinidad de obstáculos con
el único objetivo de encontrar el camino de regreso al mundo material.

La obra que nos propone Ricardo Madriñán es original y comprometida, de
difícil catalogación, no se puede encuadrar en la Ciencia Ficción ni en el
género fantástico al uso. De narración ágil y entretenida, esta novela es
heredera de la escritura mágica hispanoamericana, y nos plantea en el fondo de
la trama una discusión crítica alrededor de las teorías creacionistas y
evolucionistas a la vez que reflexiona sobre el papel responsable del ser
humano como parte de la naturaleza.