Erwin Schrödinger planteó la famosa paradoja del gato para evidenciar el absurdo de la interpretación física de la teoría cuántica que defendían contemporáneos como Niels Bohr y Werner Heisenberg. El gato de Schrödinger, atrapado en un limbo a la espera de un observador que le dé la vida o le condene a la muerte, se ha convertido en el paradigma de todo aquello que hace que la mecánica cuántica sea profundamente contraria a la intuición. Schrödinger perdió esa particular batalla, pero su nombre estará por siempre escrito con letras de oro en la historia de la ciencia gracias a su …
Galileo Galilei ocupó su vasto genio en tres empresas fundamentales. La primera y tal vez más conocida fue la observación astronómica, de la que resultaron descripciones asombrosas de las fases de Venus, los satélites de Júpiter, el relieve lunar o las manchas solares. La segunda fue el estudio de los cuerpos en movimiento, que le condujo a cuestionar la física aristotélica, la cual había dominado el pensamiento occidental durante más de dos milenios. Pero la que dejó tras de sí una huella más profunda fue la defensa –aun a riesgo de morir en la hoguera– de una forma nueva de …
Carl Friedrich Gauss mereció en vida el apelativo de «príncipe de los matemáticos», y en los dos siglos que han transcurrido desde su muerte nadie le ha discutido este lugar de privilegio. Su figura guarda interesantes paralelismos con la de otro genial compatriota y contemporáneo suyo: W. A. Mozart. Ambos fueron niños prodigio con carreras patrocinadas por gobernantes ansiosos por vincular sus respectivas cortes a las mayores promesas de las artes y las ciencias. A diferencia del compositor, Gauss tuvo la fortuna de gozar de una vida larga y tranquila, lo que redundó en aportaciones fundamentales en geometría, estadística, astronomía …
Todas las ciencias naturales modernas giran en torno a los conceptos de cambio y evolución. Curiosamente, la astrofísica ha sido de las últimas en incorporarse a esta línea de pensamiento, pero lo ha hecho de un modo muy radical: desde mediados del siglo xx sabemos no solo que el universo se encuentra en un proceso de cambio permanente, sino que hubo un tiempo en que ni siquiera existían las estrellas y las galaxias.
El relato de lo que ha sucedido en los siete mil billones de minutos desde el nacimiento del cosmos hasta hoy, y del futuro que le espera, es …
Ya en tiempos de Newton los científicos imaginaron «estrellas oscuras» que ejercían una atracción tan fuerte que ni siquiera la luz podía escapar de ellas. Los nuevos radiotelescopios y los adelantos teóricos de genios tales como Wheeler o Hawking han hecho que en las últimas décadas los agujeros negros hayan pasado de divertimento teórico a fascinante, para algunos incluso inquietante, realidad. Todo en ellos es extremo: desde el modo en que distorsionan el espacio y el tiempo hasta las paradojas científicas que nos plantean, cuya solución podría incluso abrirnos la puerta a otros universos.
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