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En menos de un década, la inteligencia artificial podría alcanzar
—e incluso rebasar— a la inteligencia humana. Las corporaciones
y los gobiernos en todo el mundo invierten cantidades
millonarias en lograr el santo grial de la IA: una inteligencia a
nivel humano. Una vez que la IA lo logre, argumentan los científicos,
tendrá impulsos de supervivencia tan intrínsecos como
los nuestros. Podríamos enfrentarnos a un rival mucho más malicioso,
poderoso y extraño de lo que jamás imaginamos.
La inteligencia artificial determina qué libros compramos,
qué películas vemos, incluso con quién salimos. Le pone lo “inteligente”
a nuestros teléfonos, y en …
En menos de un década, la inteligencia artificial podría alcanzar
—e incluso rebasar— a la inteligencia humana. Las corporaciones
y los gobiernos en todo el mundo invierten cantidades
millonarias en lograr el santo grial de la IA: una inteligencia a
nivel humano. Una vez que la IA lo logre, argumentan los científicos,
tendrá impulsos de supervivencia tan intrínsecos como
los nuestros. Podríamos enfrentarnos a un rival mucho más malicioso,
poderoso y extraño de lo que jamás imaginamos.
La inteligencia artificial determina qué libros compramos,
qué películas vemos, incluso con quién salimos. Le pone lo “inteligente”
a nuestros teléfonos, y en cualquier momento manejará
nuestros automóviles. Realiza la mayoría de los intercambios
en Wall Street, y también controla la energía vital, el agua
y la infraestructura de transportación. Pero la IA también pone
en riesgo nuestra existencia.
A través de entrevistas con científicos, visionarios y expertos
de la industria tecnológica, Nuestra invención final explora los
peligros de la negligente búsqueda de una IA superinteligente.
¿Lograremos convivir con seres cuya inteligencia menoscabaría
a la nuestra? Y más importante aún, ¿nos lo permitirán?
Imagina ser un testigo anónimo de personas que apuestan por la muerte de alguien famoso o que atacan y exponen a inocentes. Imagina participar como espectador virtual en la conformación de grupos extremistas, en redes de tráfico de personas, y adquirir bienes con una moneda de cambio «oscura»; presenciar actos ilícitos y terribles, como la pedofilia o la pornografía infantil y, al mismo tiempo, observar cómo se comercia droga libremente, sin poder denunciar ni hacer nada al respecto. Supón que con un clic se destapara todo el acceso a la pornografía en directo y emergieran comunidades proanorexia y grupos de …
El hipster está feliz con la vida que se inventó. Pero, en el umbral de la crisis de los treinta, su ominoso pasado regresa con la amenaza de destruir lo que construyó. Una hermosa psicópata, un ladrón redimido, un secuestrador de mascotas y un viejo cómplice de fechorías le recordarán que él es justamente lo que hace: un personaje de marketing.
Sal Thomson entiende que no le resulte indiferente al mundo. Es un tipo original, creativo y progresista; posee un estilo único y gustos fuera de serie. Colecciona elepés y objetos vintage; aprecia la gracia del mezcal, así como la …
El hipster está feliz con la vida que se inventó. Pero, en el umbral de la crisis de los treinta, su ominoso pasado regresa con la amenaza de destruir lo que construyó. Una hermosa psicópata, un ladrón redimido, un secuestrador de mascotas y un viejo cómplice de fechorías le recordarán que él es justamente lo que hace: un personaje de marketing.
Sal Thomson entiende que no le resulte indiferente al mundo. Es un tipo original, creativo y progresista; posee un estilo único y gustos fuera de serie. Colecciona elepés y objetos vintage; aprecia la gracia del mezcal, así como la elegancia de las cervezas artesanales. Vegetariano y creyente del poder del yoga, es también un férreo defensor de la bicicleta, la naturaleza. Está verdaderamente comprometido con su realidad social: es un ciudadano activista. Sin duda, Thomson es todo un personaje.
Poderoso y reconocido publicista, estrella de Twitter, está en el mejor momento de su vida: tiene plena libertad amorosa, lanza grandes campañas de publicidad y disfruta de la vibrante vida underground; viaja constantemente a las ciudades más vanguardistas, participa en los movimientos políticos de su generación y, con su cámara Leica, se adueña de los rincones más asombrosos de la ciudad donde habita.
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