Amor y pasión en tiempos de la regencia.

El duque de Giffod estaba dispuesto a llevar a cabo su venganza sin pensar en las consecuencias... Hasta que cayó en su propia trampa.

Ralf Barnes, duque de Giffod, es uno de los nobles más poderosos de Londres. Su palabra es ley y nadie osa enfrentarse a él. Odia al conde de Brithe: lo hace responsable de la muerte de sus padres y está decidido a usar su poder e influencia para vengarse de él. Sin embargo, nade sale como ha previsto y se verá obligado a casarse con la hija del conde.

Cuando Ralf conoce a lady Helen Spicer no puede evitar desearla. Pero ella está demasiado herida; detesta al hombre que ha arruinado su vida y mantenerlo alejado será su único objetivo. A pesar de todo, cuando lo tiene cerca no puede evitar anhelar algo más.

¿Será capaz Ralf de encontrar la felicidad al lado de la mujer a la que le destruyó la vida por una venganza? Y ella, ¿será capaz de perdonar y amar al hombre que la condenó al ostracismo de la sociedad aristocrática a la que pertenecía?

Juró que jamás la amaría, pero nunca creyó que le costaría tanto cumplir su promesa.

Por lealtad al rey, el barón Stephen de Bridgeman decide casarse con con lady Eleonora de Galloway. Se mentaliza de que ella solo es un medio para conseguir un heredero para su feudo, y a pesar de que siente algo cuando la conoce, promete que nunca se enamorará de su esposa por temor a acabar como su padre. Pero no puede evitar que su duro corazón se ablande cuando la tiene cerca, y teme perder la batalla más importante de su vida.

Lady Eleonora de Galloway está sola, todo le ha sido arrebatado: su familia y su hogar. Acude a su rey para que la ayude, pero la obliga a casarse con el barón de Bridgeman. Los relatos de crueldad sobre su esposo no son nada halagüeños; no puede evitar tenerle miedo, y no sabe si sobrevivirá a un matrimonio que no desea. Sin embargo, nunca creyó que un guerrero implacable y feroz con el enemigo, la besaría y la acariciaría con tanta ternura. Y sin darse cuenta el temor se convierte en deseo y en amor.

La pasión estallará entre ellos, y la conquista será dulce. Pero Stephen luchará desesperado contra sus sentimientos y Eleonora deberá elegir entre su esposo o familia. Sabe de antemano que cualquier decisión que tome destrozará su corazón.

Segunda entrega de la trilogía «Suaves pétalos de amor» de Encarna Magín, iniciada con Sonrisas y lágrimas.

Verdades y mentiras unirán a Abel y a Eli en un matrimonio que no tendrá nada de dichoso.

Abel se siente feliz, Eli, el amor de su vida, le pide adelantar la boda. Él acepta y, sin embargo, pronto descubre el motivo de sus prisas.

Abel sabe que Eli le ha mentido, se sentirá decepcionado y dolido, pero, a pesar de todo, sabe que su deber es casarse con ella y la pareja terminará por unirse en matrimonio.

Aun así, en la intimidad Abel no la perdona y la tratará como nunca lo hizo antes.

Eli no podrá escapar de su mentira y le reclamará venganza.

Por otra parte, el pasado de Abel regresa con una sentencia de muerte cargando sobre su espalda y pondrá en peligro demasiadas vidas en Valleverde.

«Me gustas, pero solo es sexo, nada más que sexo. No imagines nada más».

Me llamo Jason Connor y siempre quise ser bombero. Era todo mi mundo... hasta que salí en un puñetero calendario medio desnudo, marcando tableta de chocolate, y todo cambió.

Divorciado y amargado por las mentiras de mi ex, solo los mensajes de Venus por Instagram me aportan algo de felicidad.

Sin embargo, una casualidad me llevó a descubrir que la tal Venus no era otra que Nora Black, la modelo más famosa del momento.

Más mentiras. Más dolor. Más decepción.

No se lo perdonaré y le daré una lección antes de Navidad.

Pero sus caricias son pura dinamita.

Y sus besos, adictivos.

Mi corazón no está a salvo...

Había una vez una dama con el corazón roto... y entonces apareció un yanqui desvergonzado.

Después de que le rompieran el corazón, Kassandra, marquesa de Hayben, no creía en los cuentos de finales felices. Disimula su dolor frente a su familia, y sus dos hijos son su razón de vivir. Sin embargo, ella aún es joven y hermosa y atrae a muchos pretendientes, a los que rechaza sin contemplaciones para desesperación de su hermano.

Nelson Wagner es un yanki adinerado que hace y dice lo que piensa sin medir consecuencias. Un día conoce a Kassandra, y decide que ella será su esposa, pero la dama lo rechaza. Él sabe que será difícil hacerla cambiar de opinión, sin embargo, utilizará su descarado encanto para conquistarla.

¿Conseguirá su «fueron felices y comieron perdices»?