El colorín diabetico de marte
Carlos Otondo
Estos dieciséis “cuentos para niños grandes”, muy amenos y graciosos, encierran en su aparente simplicidad un agudo mensaje. La infancia se reconocerá en ellos, pero son los adultos quienes realmente podrán identificar al infante de otrora, al que percibe el mundo desde la sabiduría de la inocencia, con la poética lógica de la espontaneidad y la pureza. Cada uno de estos cuentos va rápido hacia donde se dirige su temática, y sorprende con un final inesperado, que no deja indiferente al lector ante una situación que trasciende la anécdota, mediante una mezcla de humor y de visión del mundo desde …
Estos dieciséis “cuentos para niños grandes”, muy amenos y graciosos, encierran en su aparente simplicidad un agudo mensaje. La infancia se reconocerá en ellos, pero son los adultos quienes realmente podrán identificar al infante de otrora, al que percibe el mundo desde la sabiduría de la inocencia, con la poética lógica de la espontaneidad y la pureza.
Cada uno de estos cuentos va rápido hacia donde se dirige su temática, y sorprende con un final inesperado, que no deja indiferente al lector ante una situación que trasciende la anécdota, mediante una mezcla de humor y de visión del mundo desde un ángulo inusual; donde mucho es posible, como que un perrito diga “cuac”, un marciano venga a la Tierra y no lo pase bien, una ardilla quiera llegar a las nubes y para ello deba ir a Cabo Cañaveral, donde un cohete se prepara para despegar… Una delicada e inteligente ironía subyace en estos cuentos “para niños grandes”, un sentido del humor que fusiona el de niños y adultos; esos adultos que no han olvidado la infancia sagrada.
Editorial Forja
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