Calle larga con final de pasto: Así ha querido resumir las experiencias de una vida rica y generosa, un hombre que en una oportunidad se autodenominó “Sr. Gerente”, mientras era triunfador indiscutido en España, o de profesión “ídolo”, cuando en un video cassette, inmortalizó sus más grandes hazañas deportivas, o como “el rey del metro cuadrado”, bautizado por el hincha al que, el hoy escritor brindó sus mejores energías, su talento sin igual, su picardía y el sello inconfundible de sus goles que estremeció a un estadio, a un país, a todo el pueblo. Pero hay que conocer en toda …
Calle larga con final de pasto: Así ha querido resumir las experiencias de una vida rica y generosa, un hombre que en una oportunidad se autodenominó “Sr. Gerente”, mientras era triunfador indiscutido en España, o de profesión “ídolo”, cuando en un video cassette, inmortalizó sus más grandes hazañas deportivas, o como “el rey del metro cuadrado”, bautizado por el hincha al que, el hoy escritor brindó sus mejores energías, su talento sin igual, su picardía y el sello inconfundible de sus goles que estremeció a un estadio, a un país, a todo el pueblo. Pero hay que conocer en toda su dimensión de ser humano a Carlos Humberto Caszely Garrido, para entender este nuevo esfuerzo que pone ahora en manos de hombres y mujeres que fueron un día testigos de sus diabluras en el área, y que las generaciones nuevas han conocido a través del relato de padres y abuelos, no exento de emoción, en tertulias familiares. Carlos, con la simpleza de los grandes y que en materia literaria no tiene ninguna pretensión, explora por la calle larga de los recuerdos lo que fue la vida de un niño, joven y hombre al fi n del camino, que amó y fue amado, soñó, rio y lloró, que se formó bajo el alero de un hogar en el que no sobrando nada, hubo derroche de ternura, de calidez, de amor, que en defi nitiva permitieron fraguar, más que a un crack, a “un hombre de bien”. Entre sus muchos méritos, Carlos se preparó de la mejor manera para ganarle a la vida.
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