¿Cómo podrá Amalia ser feliz uniéndose al hombre que iba a casarse con su hermana? ¿Cómo podrá Rodrigo confiar en una joven a la que no conoce, cuando proviene de una familia de manipuladores que lo han forzado al altar?
¿Qué clase de matrimonio les espera, siendo, sin saberlo, ambos víctimas de las maquinaciones de otros?
Afortunadamente el amor no entiende de preguntas, sino que, en ocasiones, es la respuesta.
Una nueva novela de Ruth M. Lerga.
Rodrigo, marqués de Montesclaros, pide la mano de la hija del conde de Saavedra, una arpía manipuladora, porque necesita de su dote: tiene …
¿Cómo podrá Amalia ser feliz uniéndose al hombre que iba a casarse con su hermana? ¿Cómo podrá Rodrigo confiar en una joven a la que no conoce, cuando proviene de una familia de manipuladores que lo han forzado al altar?
¿Qué clase de matrimonio les espera, siendo, sin saberlo, ambos víctimas de las maquinaciones de otros?
Afortunadamente el amor no entiende de preguntas, sino que, en ocasiones, es la respuesta.
Una nueva novela de Ruth M. Lerga.
Rodrigo, marqués de Montesclaros, pide la mano de la hija del conde de Saavedra, una arpía manipuladora, porque necesita de su dote: tiene una finca colindante a la suya esencial para sus cultivos.
Cuando su prometida muere poco antes de la boda, como de cualquier noble se espera, pide en matrimonio a la otra hija, que es forzada a aceptar la alianza con uno de los nobles más importantes del reino en una España dividida entre carlistas e isabelinos.
Amalia de Saavedra tiene apenas diecisiete años cuando se ve forzada a casarse con un hombre que está convencida de que no solo no la quiere, sino que está enamorado de su difunta hermana. Acobardada, a los pocos días de casarse pide tiempo a su esposo para marcharse un tiempo a otro lugar hasta acostumbrarse a la nueva situación.
Cuatro años después, desde Madrid les llega la orden de dar ejemplo y vivir en sagrado matrimonio, dando descendencia a sus apellidos.
Sin embargo, Amalia ya no es una joven temerosa ni Rodrigo está acostumbrado a que lo desafíen. Ni durante el día, en su casa, ni mucho menos durante la noche, en su alcoba, donde sus cuerpos no entienden de rencores y la pasión los supera.
La crítica ha dicho...
«Romance por los cuatro costados desde un matrimonio de conveniencia. Romance en estado puro. Romance para olvidarte de lo que te rodea, meter las narices en la novela y no sacarlas hasta que la terminas. Romance de los de Ruth M. Lerga, es decir, estupendo.»
Nieves Hidalgo
