Con destreza implacable el autor señala los actos de corrupción, desviación de fondos, tráfico de influencias e impunidad de numerosos políticos del pri, pan, prd y demás clase política, finísimas personas que hoy tienen el descaro de exigir justicia y se aferran a vivir del presupuesto al tiempo que desprecian —o ignoran—, como siempre, a la clase trabajadora.
Con un análisis crítico implacable, irónico y con verdades filosas, Jairo Calixto ofrece en este manual corrosivo tragicómicos retratos de personajes célebres de la actual oposición mexicana: Fox, Calderón y Zavala, Claudio X. González, Ricardo Anaya, …
Con destreza implacable el autor señala los actos de corrupción, desviación de fondos, tráfico de influencias e impunidad de numerosos políticos del pri, pan, prd y demás clase política, finísimas personas que hoy tienen el descaro de exigir justicia y se aferran a vivir del presupuesto al tiempo que desprecian —o ignoran—, como siempre, a la clase trabajadora.
Con un análisis crítico implacable, irónico y con verdades filosas, Jairo Calixto ofrece en este manual corrosivo tragicómicos retratos de personajes célebres de la actual oposición mexicana: Fox, Calderón y Zavala, Claudio X. González, Ricardo Anaya, el jefe Diego, así como de varios políticos de estos tiempos aciagos: Lozoya, Bartlett, Rosario Robles, Lorenzo Córdova y demás especies en peligro de irrupción, de la mano de intelectuales y empresarios indignados que hacen sus marchas en camionetas de lujo, acusan al gobierno de la 4T por su ineficiencia y juran y perjuran que son los elegidos para llevar a este país al reino de Dios, la paz y la prosperidad.
Haz patria, educa a un derechairo es un análisis de excesos y situaciones hilarantes de quienes hoy se dicen oposición: políticos cuya aportación al debate social es el berrinche, la ira ciega y la promesa de cambio, ¡sí, de cambio, dicha con la hipocresía que los caracteriza! Irreverente y frontal, el autor arremete contra quienes palidecen ante el comunismo inexistente, defienden a la mujer desde su trinchera clasista y antiaborto, prometen justicia social escondidos en sus prejuicios, su asquito a los izquierdosos y su fobia a todo lo que huela a ideales progresistas.
