Rupert prometió que volvería. Todo cuanto Florence debía hacer era esperar.
Cornwall, 1944. Cuando Rupert Dash desaparece en combate y se da por fallecido en la Batalla de Arnhem, su mujer, Florence, se queda desolada, incapaz de aceptar que se ha ido para siempre. Por ello, cuando encuentra un poema titulado Espérame escondido entre las páginas de un viejo libro, cree que es una señal de su marido. Una promesa de que volverá.
Londres, 1988. Desde su infancia, Max ha tenido una pesadilla recurrente: rodeado por el terrible caos de la guerra, tiene una misión urgente que completar. Pero todas …
Rupert prometió que volvería. Todo cuanto Florence debía hacer era esperar.
Cornwall, 1944. Cuando Rupert Dash desaparece en combate y se da por fallecido en la Batalla de Arnhem, su mujer, Florence, se queda desolada, incapaz de aceptar que se ha ido para siempre. Por ello, cuando encuentra un poema titulado Espérame escondido entre las páginas de un viejo libro, cree que es una señal de su marido. Una promesa de que volverá.
Londres, 1988. Desde su infancia, Max ha tenido una pesadilla recurrente: rodeado por el terrible caos de la guerra, tiene una misión urgente que completar. Pero todas las veces, el sueño acaba despertándolo de terror, con el corazón desbocado por los horrores del campo de batalla. Ansioso por comprender por qué le persiguen tales visiones, Max se embarca en un viaje que lo lleva hasta Cornwall y a un hombre llamado Rupert Dash.
Melbourne, 1995. Florence recibe una carta de un desconocido que vive en el otro extremo del mundo, y que asegura recordar una vida que perteneció a otra persona antes que a sí mismo. ¿Podría ser la persona a quien Florence lleva cincuenta y un años esperando volver a encontrar?
Leer másLeer menos
Nacida en Inglaterra en 1970, Santa Montefiore se crio en Hampshire. Ha escrito varias novelas que han sido traducidas a más de veinticinco idiomas y se venden en todo el mundo, entre ellas las exitosas “A la sombra del ombú” y “La golondrina y el colibrí”. Actualmente reside en Londres con su marido, el historiador Simon Sebag-Montefiore, y sus dos hijos.