Varios libros se han escrito en los últimos tiempos criticando a los fondos buitre, pero no llegan a explicar cómo se llegó al default de la deuda más tonto de la historia argentina. ¿Qué papel tuvo el papa Francisco en esta trama? ¿Qué pudo haber hecho el presidente Barack Obama y no hizo? Y, sobre todo, ¿cuáles fueron los errores cometidos por el gobierno kirchnerista que provocaron esta nueva crisis externa? Con el testimonio directo de funcionarios y ex funcionarios argentinos y norteamericanos, de los representantes de los fondos buitre, legisladores y economistas, el libro intenta aportar una visión plural …
Varios libros se han escrito en los últimos tiempos criticando a los fondos buitre, pero no llegan a explicar cómo se llegó al default de la deuda más tonto de la historia argentina. ¿Qué papel tuvo el papa Francisco en esta trama? ¿Qué pudo haber hecho el presidente Barack Obama y no hizo? Y, sobre todo, ¿cuáles fueron los errores cometidos por el gobierno kirchnerista que provocaron esta nueva crisis externa? Con el testimonio directo de funcionarios y ex funcionarios argentinos y norteamericanos, de los representantes de los fondos buitre, legisladores y economistas, el libro intenta aportar una visión plural sobre la historia argentina desde la explosión de la convertibilidad a fines de 2001. Lejos de las hipótesis simplistas que pretenden adjudicar estos problemas al sistema financiero salvaje o al "Imperialismo", Martín Kanenguiser explica con la claridad de un observador lúcido y riguroso cómo el gobierno fue cometiendo todos los errores posibles, desde la manipulación de las estadísticas públicas del Indec a principios de 2007 hasta el fallo por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos, en junio de 2014. La conexión entre ambos episodios está detallada en estas páginas con una narración precisa y amena, y también las contradicciones en la relación del país con el FMI, la ayuda del gobierno de George W. Bush para salir del default y el grave error del matrimonio presidencial al dejar al Gobierno sin un piloto técnicamente capacitado para conducir la política económica. Por todas estas razones, estaba claro que ni el Papa podía salvar al gobierno del default.
Leer másLeer menos
