"Pronto irrumpirán ante nuestra vista las muchas mansiones que nuestro
Salvador ha ido a preparar...Ahora podemos tener en nuestro corazón gozo y una
paz indecible y gloriosa; y pronto, a la venida de Cristo, será nuestro el
premio que se encuentra al final de la carrera cristiana, para que lo
disfrutemos por las edades perpetuas".
Elena G. de White mantuvo contacto constante con los miembros de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día, a lo largo de su ministerio, por medio de los
artículos que escribió para varias revistas de la iglesia. En cada mensaje
entretejía su ferviente deseo de conducir …
"Pronto irrumpirán ante nuestra vista las muchas mansiones que nuestro
Salvador ha ido a preparar...Ahora podemos tener en nuestro corazón gozo y una
paz indecible y gloriosa; y pronto, a la venida de Cristo, será nuestro el
premio que se encuentra al final de la carrera cristiana, para que lo
disfrutemos por las edades perpetuas".
Elena G. de White mantuvo contacto constante con los miembros de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día, a lo largo de su ministerio, por medio de los
artículos que escribió para varias revistas de la iglesia. En cada mensaje
entretejía su ferviente deseo de conducir a las almas y las mentes de Jesús, y
de preparar a cada creyente para su pronto regreso.
Las palabras de ánimo, conducción y advertencia que aparecen en este libro han
sido tomadas exclusivamente de esos millares de artículos, e inspirarán al
lector a emprender una relación cada vez más íntima con Dios.
ELENA G. DE WHITE (1827-1915) es considerada la escritora estadounidense
más traducida de la historia. Sus obras se han publicado en unos 150 idiomas.
Aunque su educación formal concluyó a los nueve años, escribió más de cien mil
páginas sobre una amplia variedad de temas prácticos y espirituales. Guiada
por el Espíritu Santo, exaltó a Jesús y señaló las Escrituras como el
fundamento de su fe.
